27 febrero 2022

La daga extraterrestre de Tutankamón no fue forjada en Egipto


En 1923, el descubrimiento de la tumba de un gobernante egipcio causó revuelo mundial: la tumba de Tutankamón despertó un interés inusitado en Occidente por la egiptología, mientras las más de 5.000 piezas descubiertas en su interior permitieron saber más sobre las técnicas de orfebrería de la época y el breve reinado de Tutankamón.


Al margen de la famosa máscara funeraria bañada en oro y con incrustaciones de piedras semipreciosas, una de las piezas más intrigantes halladas al interior del recinto funerario es la daga de Tutankamón, un arma blanca creada a partir de una lámina fina de hierro, con una empuñadura de oro cuyos acabados dan cuenta de un dominio inédito de la técnica para la época.


Los orígenes extraterrestres de la excepcional daga del meteorito se confirmaron en otro estudio publicado en Meteoritics & Planetary Science en 2016, que utilizó también rayos X para establecer que el arma se construyó con material procedente de uno de los objetos más antiguos del Sistema Solar: un meteorito de hierro y por lo tanto tiene un origen extraterrestre.

La célebre daga de hierro, procedente de meteoritos, fue forjada a temperaturas de unos 950 grados o menos, por lo que tuvo que ser elaborada fuera de Egipto. Los investigadores del Instituto de Tecnología de Chiba (Japón) utilizaron complejos equipos analíticos que llevaron al Museo Egipcio de El Cairo, en febrero de 2020, y que ayudaron a desentrañar el misterio de cómo se produjo la daga (a través del análisis químico de esta).



Pero es que, además, los métodos de fabricación que se usaron tampoco concuerdan con los que eran habituales en el Antiguo Egipto hace más de 3.000 años.

Lo que han encontrado es que la daga fue forjada a baja temperatura, a menos de 950 grados. Además, su empuñadura de oro presenta un pequeño porcentaje de calcio sin azufre, lo que sugiere que se usó yeso de cal en lugar de yeso como adhesivo para las decoraciones, que no se usó en Egipto hasta mil años después de la muerte de Tutankamón.

 

Por lo que entendemos que los resultados obtenidos y descritos anteriormente, aunados al descubrimiento de yeso como el material utilizado para fijar los adornos que acompañan la empuñadura de oro (una técnica que no apareció en Egipto hasta el siglo IV a.C., mil años mas tarde), permiten afirmar que la daga de Tutankamón no se forjó en el delta del Nilo, sino que tiene un origen extranjero.



El equipo relaciona el hallazgo, y explican el motivo por el que apareció en la tumba de este faraón, con uno de los pasajes contenidos en las Cartas de Amarna, un conjunto de tablillas de arcilla que dan cuenta de las relaciones diplomáticas entre Egipto y otros estados al norte de la costa mediterránea: en una de las tablillas, se detalla cómo un antiguo gobernante del reino de Mitanni (en la actual Siria) regaló una daga de hierro a Amenofis III, abuelo de Tutankamón que gobernó Egipto dos generaciones antes que él.

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