Yellowstone, una palabra que a muchos de nosotros nos recuerda a unos dibujos animados, muy famosos hace años, donde aparecía el simpático “Oso Yogui”, en un parque natural idílico haciendo una y mil travesuras. Pues lejos de la “realidad animada”, este parque natural ,esconde bajo su espectacular paisaje de bosques, lagos, ríos y montañas, un enorme lago de magma subterráneo y un gigantesco cráter. Hay tanto magma acumulado que podría llenar hasta 11 veces el Cañón del Colorado. Es decir, Yellowstone se encuentra justo encima de uno de los mayores volcanes de la Tierra, pero no es un volcán cualquiera, por su inmenso tamaño se le considera un Supervolcán, porque su potencia eruptiva puede superar hasta 100 veces la de un volcán convencional.
El parque natural de Yellowstone está situado al noroeste del estado de Wyoming, en Estados Unidos, en el corazón de las Montañas Rocosas. Tiene una superficie de unos 9.000 kilómetros cuadrados, es reserva de la Biosfera desde el año 1976.
Cuenta con más de 250 géiseres activos, la mitad de los
existentes en la Tierra están aquí. Además posee 10.000 fuentes termales,
una amplia variedad de animales salvajes (osos grises,bisontes americanos,lobos
etc.) y una flora impresionantes, un lago, cataratas, montañas e
innumerables ríos. Recibe cada año la visita de cerca de 3 millones de
personas.
En la Tierra existen aproximadamente 20 de estos volcanes gigantes, que son extremadamente peligrosos. A día de hoy, Yellowstone, supone un alto riesgo, pues no está extinguido sino inquietantemente activo y latente.
Por todo esto, el Servicio Geológico Americano está estudiando y monitoreando, desde hace años, toda esta zona por una posible amenaza de erupción.
Según han explicado la NASA y multitud de expertos que cuando entre en erupción, por su potencia y magnitud, provocará una verdadera catástrofe, que afectará tanto a Estados Unidos como a parte del continente americano, aunque también se notarán sus efectos en todo el Planeta.
No existe ningún registro documentado en la historia de la humanidad que dé testimonio de que un supervolcán haya entrado en erupción, pero los geólogos, después de innumerables y exhaustivos estudios, han podido calcular que este tipo de volcanes suelen entrar en erupción cada 100.000 años, por lo que por ahora podemos estar tranquilos.
¿Pero qué consecuencias para el planeta podría provocar una erupción de este supervolcán?
Los geólogos han reconstruido lo que ocasionaría una de esas megaerupciones, y han concluido que podría tener consecuencias catastróficas para la vida humana y, en general, para la mayoría de formas de vida de la gran zona que se vería afectada, ya que su erupción activaría terremotos en la ya delicada falla de San Andrés, una zona de gran actividad sísmica, lo que provocaría gigantescos daños materiales a lo largo del continente americano, sobre todo en su parte más cercana a esta falla.
La nube de ceniza, que sería expulsada de su interior, alcanzaría una impresionante altura de 8 kilómetros (tanto como el Monte Everest) que dejaría el cielo nublado, ocasionando lo conocido como invierno volcánico. La luz del sol sería casi inapreciable y daría paso a un periodo de enfriamiento considerable de la zona afectada.
También la ceniza traería serias consecuencias, ya que algunos satélites dejarían de funcionar. El ambiente se volvería muy tóxico, complicando la respiración. La agricultura sería casi imposible de practicar (por el espesor de las cenizas depositadas en la superficie de la tierra). Además de la propia erupción, el volcán expulsaría rocas de gran tamaño, que al caer a la superficie de la tierra causarían importantes daños en las infraestructuras.
Pero científicos de la universidad de Utah, en Estados Unidos, han transmitido un mensaje de tranquilidad, ya que han asegurado, y dan por hecho, que no hay evidencia de que una erupción catastrófica de este tipo, en el parque nacional de Yellowstone, sea inminente, es poco probable que suceda en los próximos mil años.
Aseguraron también, para tranquilidad de la población y minimizar
la preocupación, que el supervolcán de Yellowstone es la zona
geológicamente mejor vigilada, monitoreada y controlada del mundo,
son más de 40 las estaciones sísmicas que registran sin descanso, a
diario y 24 horas al día, los movimientos terrestres dentro y cerca
de esta región.
Y para más tranquilidad aún, hace ya algunos años que la NASA tiene estudiado y diseñado un plan de acción para prevenir esta gran erupción, qué consistiría en enfriar el supervolcán para evitar una gigantesca explosión y así que no emerja este magma nocivo y tan peligroso a la superficie de nuestro planeta. Este plan consiste en crear dos túneles de 10 kilómetros de profundidad a cada lado del cráter, hasta la zona más interna, para luego inyectar agua a presión a casi cero grados centígrados y así poder enfriar el enorme acúmulo de magma, evitando de esta manera que se genere la explosión que provocaría la enorme erupción.
Por ahora podemos respirar tranquilos.
Fuente: Universo Curioso.
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