Científicos chinos han creado un nuevo plan para evitar que Bennu, un asteroide de 77,5 millones toneladas, destruya parte del planeta Tierra, con el que intentarán desviarlo y evitar un Armageddon propio de película, protagonizada por Bruce Willis, el sistema para terminar con el asteroide pasaba por la colocación de una bomba nuclear en la superficie rocosa, para después hacerla explotar y romper la masa en millones de pequeños pedazos que ya no suponían una amenaza real para la Tierra.
El asteroide Bennu tiene un diámetro tan largo como el Empire State Building y 1 entre 2.700 posibilidades de asolar una gran extensión del planeta Tierra en un lejano futuro. En el caso de que impactara en la Tierra generaría 1.200 megatones de energía, 80.000 veces la potencia de la bomba atómica de Hiroshima.
Aunque no acabaría con la mayoría de la vida como lo hizo el asteroide que acabó con los dinosaurios, las consecuencias del impacto serían catastróficas a nivel regional y causarían una crisis humanitaria y económica a escala global.
A no ser que
alguien haga algo para asegurarse de que esto no ocurra, como ahora los
científicos chinos que planean lanzar 23 cohetes para evitarlo.
El plan chino.
Lo que pretenden los investigadores del Centro de
Ciencias Espaciales de China, con sede en Pekín, es enviar una flota de
cohetes y hacerlos chocar contra el asteroide. El proyecto está diseñado para evitar
que el asteroide Bennu, que ha sido calificado por la NASA como potencial
amenaza, puede chocar con la Tierra en 150 años, aproximadamente.
El resultado del informe pedido al Centro de Ciencias
Espaciales recoge que se necesitan 23 cohetes Long March 5 (con un sorprendente peso de 900 toneladas cada uno), para desviar de
la trayectoria al asteroide. El sistema consiste en hacer estrellar toda esa
flota de cohetes uno tras otro. Básicamente, convertirlos en misiles de un
tamaño suficiente como para variar la trayectoria y desviarlo de su órbita, poniéndolo a unos 9.000
kilómetros de un posible rumbo de colisión.
El trabajo de
investigación —publicado en el diario científico Icarus por un equipo de
astrónomos, ingenieros y científicos del Centro Nacional de Ciencias del
Espacio y varias academias de tecnología espacial chinas— dice que el
sistema de China no contemplaría la opción de explotar o romper el asteroide
sino ir golpeándolo -23 veces, una por cada cohete- para que se desvíe lo
suficiente como para dejar a un lado la Tierra.
La propuesta de EEUU.
Los científicos de China han
tenido de quien fijarse para esto de desplazar asteroides de su trayectoria. De
hecho, la propuesta de Estados Unidos es muy
similar. Ya el año 2018, la NASA planteó el mismo problema y los cálculos estadounidenses arrojaron que
se necesitaban lanzar contra la superficie del asteroide, una
década antes de que el asteroide se cruce con la Tierra, 75
cohetes Delta IV Heavy de United Launch Alliance para reorientar al asteroide
Bennu.
Este procedimiento representa
un riesgo menor que hacerla estallar con explosivos nucleares, ya que en ese supuesto se podrían crear fragmentos más
pequeños cuyo rumbo sería desconocido.
Pero todavía no
está claro si esto será necesario o no. Para saberlo con seguridad habrá que esperar al año 2135. Ese año el asteroide pasará cerca de la
Tierra, será en ese momento cuando los astrónomos podrán realizar un cálculo
matemático que reducirá o ampliará las posibilidades de choque para el
siguiente encuentro, sobre el año 2185. Si los científicos determinan que la
colisión puede suceder entonces, habrá que decidir si hay que lanzar los
cohetes. Para poder desviar Bennu a tiempo, la misión debería lanzarse 10 años antes del posible impacto. Pero para entonces tendremos
nuevas tecnologías, así que quizás no hagan faltan esos 23 cohetes.
Más preocupante
que Bennu son los pequeños asteroides que todavía no somos capaces de detectar
con en el radar días antes de aproximarse a la Tierra, pero que serían lo
suficientemente grandes como para destruir una ciudad como Madrid o Nueva York.
Como dijo el informe
presentado en la séptima edición de la Conferencia de
Defensa Planetaria, de la Academia Internacional de Astronáutica, estos pequeños
asteroides desconocidos podrían llegar sin ser detectados con el suficiente
margen de tiempo para poder mandar una misión como la propuesta por los
científicos chinos o la NASA. Por eso, como dice Elon Musk, necesitamos cohetes más grandes y
rápidos, así como
mejores sistemas de detección temprana de asteroides.
¿Podemos pensar que estamos
completamente a salvo en el momento actual de que se pudiera producir un
impacto de un meteorito sobre nuestro planeta ?. Yo personalmente no estoy tan
seguro, como nos están haciendo creer instituciones como la NASA.
¿Por qué afirmo esto con
tanta rotundidad?. Pues os comento que tan solo hace unos meses, el 13 de
noviembre de 2.020, pasó rozando la
Tierra un asteroide, denominado VT4
2020, a tan sólo 400 kilómetros de la Tierra, de un tamaño de 5 a 10 metros de ancho, aproximadamente del tamaño
de un autobús, y lo más inquietante es que
se detectó 15 horas después de pasar.
Afortunadamente, ningún satélite, ni la
Estación Espacial se vieron afectados,
pues atravesó la zona donde orbitan los satélites geoestacionarios.
Fuentes: Universo Curioso, El
Confidencial, As, Xakata, 20 Minutos…..
No hay comentarios:
Publicar un comentario