El desierto del
Sahara es uno de los lugares más duros e inhóspitos del Planeta, cubre gran
parte del norte de África , se extiende hasta casi 6 millones de kilómetros cuadrados de roca y dunas de arena, azotadas por el
viento. Pero no siempre fue tan desolador y seco. Las pinturas rupestres
primitivas y los fósiles, excavados en la región, sugieren que lo que
es hoy el árido, caliente e inhóspito desierto del Sahara, era una región de
sabanas verdes y praderas frondosas con infinidad de bosques y el hogar de
cazadores y recolectores que vivían de una variedad animales y plantas,
sostenidos por lagos permanentes y grandes cantidades de lluvias.
Eso fue hace unos 20.000 años, en un período conocido como el "Sahara verde" o "Sahara húmedo".
El Sahara volverá a ser “verde”: científicos descubren que oscila entre condiciones exuberantes y desérticas cada 20.000 años, en sincronía con la actividad monzónica.
Es difícil imaginar que el mayor desierto cálido del mundo, que tiene una precipitación anual de apenas entre 35 y 100 milímetros, hace unos miles de años recibía lluvias hasta 20 veces más intensas. "La precipitación anual en el Sahara occidental pudo haber sido de hasta 2.000 milímetros más de los que es hoy en día, con una vegetación parecida a la de la actual parte sur de Senegal", dijo a BBC Mundo el doctor Francesco Pausata, climatólogo del Departamento de Meteorología de la Universidad de Estocolmo.
Hay diferentes estudios que reconstruyen el clima y la vegetación del Sahara
a lo largo del tiempo, pero es ahora, cuando investigadores del MIT han analizado el
polvo depositado en la costa de África occidental en los últimos 240.000 años,
y han encontrado que el Sáhara y el norte de África en general, han oscilado
entre climas húmedos y secos cada 20.000 años. Dicen que este péndulo climático
es impulsado principalmente por cambios en el eje de rotación de la Tierra a
medida que el planeta orbita alrededor del sol, lo que a su vez afecta la
distribución de la luz solar entre estaciones.
El norte de África un lugar que cuando la Tierra está
inclinada para recibir la máxima luz solar en verano, esto intensifica la
actividad monzónica de la región, lo que a su vez hace que el Sahara sea más
húmedo y "más verde". Cuando el eje del planeta oscila hacia un
ángulo que reduce la cantidad de luz solar entrante en verano, la actividad
monzónica se debilita, produciendo un clima más seco similar a lo que vemos hoy
en día.
“Los resultados de este estudio sugieren que la historia del clima del norte de África varía drásticamente cada 20.000 años, entre un Sahara verde y seco". McGee compara esa vegetación del Sahara verde con la del actual Serengueti, en Tanzania. ( McGee , profesor asociado en el Departamento de Ciencias de la Tierra, Atmosféricas y Planetarias del MIT), y añade que "La evidencia fósil y de polen es bastante clara". McGee y sus colegas han publicado sus resultados en Science Advances.
Actual Serengueti, en Tanzania
Un patrón desconcertante
Cada año, los vientos del noreste barren cientos de
millones de toneladas de polvo sahariano, depositando gran parte de este
sedimento en el Océano Atlántico, frente a la costa de África occidental. Las
capas de este polvo, acumuladas durante cientos de miles de años, pueden servir
como una crónica geológica de la historia climática del norte de África: las
capas espesas de polvo pueden indicar períodos áridos, mientras que las que
contienen menos polvo y son mas compactas pueden indicar épocas más húmedas.
Dice McGee: "Hemos asumido que las glaciaciones han
sido la clave para hacer que el Sahara sea seco frente a húmedo. Ahora
mostramos que son principalmente estos cambios cíclicos en la órbita de la
Tierra los que han impulsado los períodos húmedos frente a los secos. Parece un
paisaje impenetrable e inhóspito, y sin embargo ha ido y venido muchas veces, y
se ha desplazado entre pastizales y un entorno mucho más húmedo, y de vuelta a
climas secos, incluso en el último cuarto de millón de años".
Esta investigación fue financiada, en
parte, por la National Science Foundation.
Por otra parte, el profesor David McGee reconoce que los
humanos pudieron haber tenido alguna influencia en la desertización, pero
"Definitivamente no en esas épocas, lo descartamos.
Los otros factores (como los cambios cíclicos según el acercamiento de la
Tierra al Sol) ya estaban ocurriendo de manera natural".
El período del Sahara verde no sólo ocurrió hace unos 20.000 años, También hace unos 125.000 años y, en ese entonces, no hubo interferencia humana, pero sí ocurrió la transición de húmedo a árido.
Y, si el
fenómeno es cíclico, se podría suponer que el Sahara regrese a ser
verde otra vez, aunque habría que destacar que en la actualidad, la
actividad humana del mundo moderno sí tendría que tomarse en cuenta.
"En
unos miles de años, el ciclo se repetirá. El problema ahora son las fuerzas
antropogénicas, la influencia humana que será un efecto más, fuera de la
variación natural, que podría cambiar el equilibrio en el futuro del planeta,
no solo en el Sahara", concluyó el profesor David McGee .
Fuentes: Universo Curioso, BBC, Europa
Press…..
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