En el 2.020 varios artículos científicos y algunos descubrimientos astronómicos, sugirieron que estamos a punto de conocer un nuevo planeta en nuestro sistema solar, hasta ahora desconocido, nunca se ha visto ni localizado.
¿Y por qué ahora se piensa que existe?. Varios estudios que comenzaron en el año 2014 y nuevos descubrimientos, sugieren e indican que es necesario que exista este nuevo y desconocido planeta. Se piensa que es un planeta 10 veces mayor que la Tierra, y es necesario que esté ahí para explicar las órbitas de los objetos más allá de Plutón, conocidos como cinturón de Kuiper. Se trata de una lejana región a más de 9.000 millones de kilómetros de distancia del Sol. La posibilidad de que en nuestro sistema solar se encuentre otro gran planeta es absolutamente apasionante.
Desde 2014 varios reconocidos científicos han aportado indicios de que exista un planeta de un tamaño similar a Neptuno y que en su momento de mayor acercamiento a nuestro planeta, estaría a 400 veces la distancia de la Tierra al Sol. Y Esa es la razón, esa órbita tan alejada, es lo que explicaría por qué aún no lo hemos visto.
Todo esto, podría explicar las anomalías orbitales detectadas en varios objetos del cinturón de Kuiper, entre ellos un planeta enano llamado Sedna, descubierto en 2004. Estos objetos tienen sus órbitas agrupadas en el espacio e inclinadas respecto al plano de los planetas, algo anómalo y poco lógico, por lo que podría responder y tener una explicación razonable si consideramos la influencia gravitatoria de un gran planeta lejano, el mencionado Planeta X, que debería estar ahí, produciendo estos fenómenos.
Se ha calculado que debería Tener unas 5 veces la masa de la Tierra, y que reside en una órbita ligeramente excéntrica, y que necesitaría 10.000 años, para dar una vuelta al Sol, según cálculos actualizados.
Estos científicos creen que, con la tecnología disponible hoy en día, se debería detectar y localizar el nuevo planeta, en los próximos diez años, o al menos conocer mejor su órbita probable.
Las evidencias están ahí, y nos dicen
que puede o más bien, debe haber un enorme planeta, nunca antes descubierto
pero, de momento, continúa la búsqueda.
De la Fuente Marcos, astrónomo de la Universidad Complutense de Madrid, explica, después de largos y complejos estudios y observaciones, que actualmente la hipótesis de los grandes planetas transneptunianos, ejemplo claro el Planeta X, goza de buena salud, gracias a las múltiples líneas de evidencia que “parecen continuar indicando que hay agentes perturbadores masivos localizados más allá de Plutón”. De la Fuente Marcos se muestra confiado en que “se producirá un descubrimiento relativamente pronto”, y que con el Telescopio Large Synoptic Survey Telescope, en construcción en Chile y que estará operativo en 2022, “su descubrimiento a largo plazo, está prácticamente garantizado, suponiendo que exista”.
En cualquier caso, el Planeta X no pasará del papel a la realidad hasta que se muestre ante los ojos de los astrónomos. Paradójicamente, es más sencillo descubrir un planeta a años luz de distancia, que en los confines de nuestro sistema solar. Los exoplanetas se detectan por el tránsito frente a su estrella, algo que en este caso, el del Planeta X, no es posible. Por otra parte, la luz que un lejano planeta transneptuniano recibiría de su estrella, el Sol, tal vez sea demasiado tenue para observarla y así detectar, localizar y observar este Planeta X, aunque quizá pueda hallarse la firma de su calor interno por infrarrojos.
Algunos científicos y amantes de lo no convencional, piensan que la aproximación y alineación del llamado planeta X con la Tierra, y sus potenciales y extraordinarios efectos gravitacionales, causarían sobre nuestro planeta efectos devastadores, como una sucesión de terremotos, erupciones volcánicas, cambios climáticos drásticos, inundaciones masivas, huracanes, etcétera, que se irían incrementando según se vaya aproximando a la Tierra, todo a escala global, incluso moviendo el llamado anillo de fuego, lo que generará desacoples en las placas tectónicas. Consideran que esto ya ha pasado otras veces, siempre que este planeta X se aproxima en su órbita a la del sistema solar, hasta que cientos de años más tarde, comienza a alejarse, hacia los confines del sistema solar y su influjo disminuye de forma drástica y todo vuelve a la normalidad.
AUTOR: Universo Curioso.
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